Parque Rural de Anaga: una joya verde entre la niebla y el mar
Si estás buscando uno de los lugares más impactantes, salvajes y auténticos de Tenerife, déjame decirte que el Parque Rural de Anaga es un destino que no puedes dejar pasar. Se trata de una de esas joyas naturales que sorprenden incluso a quienes ya conocen la isla. Lo descubrí por mí mismo, y aunque tuvimos que subir dos veces por culpa del clima, valió totalmente la pena.
Este parque, declarado Reserva de la Biosfera, es mucho más que un sitio para hacer senderismo. Es un espacio donde la niebla le da un aire místico al entorno y donde la vegetación verde y densa te hace olvidar que estás a pocos kilómetros de la playa. De verdad, me sorprende la naturaleza y lo verde que está siendo meses de verano y tan cerca de la playa.
¿Dónde está el Parque Rural de Anaga?
Se ubica en el noreste de Tenerife, extendiéndose por los municipios de Santa Cruz de Tenerife, La Laguna y Tegueste. Es una zona montañosa conocida como el Macizo de Anaga, con profundos barrancos, crestas escarpadas y valles cubiertos por la emblemática laurisilva, ese bosque húmedo subtropical que te transporta a otra época.
Uno de los accesos más comunes es desde La Laguna, a través de la carretera TF-12. Aquí se encuentra el Centro de Visitantes Cruz del Carmen, punto ideal para comenzar tu exploración y conseguir mapas e información sobre las rutas disponibles.
La magia de la laurisilva
Una de las cosas que más te marcan en Anaga es su vegetación. Estamos hablando de un bosque prehistórico, que ha sobrevivido millones de años gracias al clima húmedo y la altitud. Es la típica imagen de árboles cubiertos de musgo, helechos gigantes y senderos llenos de sombra.
Y aunque parezca increíble, es un lugar precioso, y lo sigue siendo incluso cuando muchos días está nublado o con niebla. De hecho, ese clima es parte de su encanto. Hay momentos en los que parece que estás caminando por dentro de una nube, lo cual puede ser místico o frustrante, dependiendo del tipo de experiencia que busques.
Rutas y senderos imprescindibles
Una de las cosas más destacadas del parque es su red de senderos. Algunos son fáciles y familiares, otros exigen algo más de experiencia. Aquí van algunos que te recomiendo:
1. Sendero de los Sentidos
Ideal si quieres una experiencia corta y sensorial. Se encuentra justo al lado del Centro de Visitantes. El recorrido incluye estaciones donde puedes tocar, oler y oír el bosque.
2. El Pijaral (Bosque Encantado)
Solo se puede visitar con permiso previo, pero vale totalmente la pena. Es un bosque tupido, con árboles que parecen sacados de un cuento de hadas.
3. Taganana – Playa de Benijo
Una ruta costera espectacular. Desde los miradores hasta las playas salvajes como Benijo o Roque de las Bodegas, este camino muestra el lado más salvaje de Tenerife.
4. Miradores como Pico del Inglés y el Bailadero
Ideales si quieres vistas panorámicas. Eso sí, muchos días está nublado o con niebla, así que prepárate para la posibilidad de no ver nada o tener que repetir la subida. Nosotros tuvimos que subir 2 veces para lograr verlo todo.
Qué ver y hacer en el Parque Rural de Anaga
- Explorar pueblos como Taganana: encantadores, rurales y con una gastronomía deliciosa basada en pescado fresco.
- Visitar la Playa de Benijo: de arena negra, salvaje y con olas fuertes. Un sitio perfecto para desconectar.
- Conocer la historia guanche: muchos de los caminos actuales eran utilizados por los antiguos pobladores de la isla.
- Admirar la biodiversidad: hay especies endémicas de flora y fauna que solo existen aquí.
Y sobre todo, disfrutar del silencio, el verde y la sensación de estar en otro mundo. Me sorprende la naturaleza y lo verde que está, incluso en pleno verano.
Consejos prácticos para tu visita
- Lleva ropa de abrigo e impermeable, incluso en verano. Muchos días está nublado o con niebla, y la temperatura puede ser baja.
- Zapatos de senderismo, porque el terreno puede ser resbaladizo y empinado.
- Agua y comida, especialmente si vas por rutas largas o poco transitadas.
- Consulta la previsión meteorológica, y si ves que no acompaña, considera posponer. Nosotros tuvimos que subir 2 veces porque la primera no pudimos ver nada por la niebla.
- Respeta las normas del parque: no salgas de los senderos, no dejes basura, y recuerda que estás en una reserva ecológica muy delicada.
Un rincón de naturaleza intacta cerca del mar
Lo que más me impactó del Parque Rural de Anaga fue el contraste. Estás en pleno verano, a pocos minutos de playas donde el sol brilla con fuerza… y de repente te encuentras en un bosque húmedo, verde y brumoso. Esa dualidad es lo que hace que Anaga no se parezca a ningún otro sitio.
Es un lugar precioso, pero también caprichoso. Puede que el clima no esté de tu lado el primer día (tuvimos que subir 2 veces), pero si tienes paciencia y suerte, vivirás una de las mejores experiencias naturales de tu vida.
¿Vale la pena visitar Anaga?
Rotundamente sí. Si eres amante de la naturaleza, del senderismo o simplemente quieres conocer la cara más auténtica de Tenerife, no lo dudes. El Parque Rural de Anaga es el tipo de sitio que te cambia la percepción de lo que puede ofrecer una isla volcánica.
Verás cómo en un solo lugar se mezclan historia, vegetación milenaria, playas salvajes y una atmósfera mística. Me sorprende la naturaleza y lo verde que está, incluso en los días más inesperados.